COMISIÓN ORGANIZADORA DE LA UNDAR INSPECCIONÓ LA HACIENDA QUICACÁN JUNTO A GOBERNADOR REGIONAL Y EQUIPOS TÉCNICOS DE AMBAS INSTITUCIONES

Con la firma de un acta de intención, donde el Gobernador Regional de Huánuco, magíster Antonio Leonidas Pulgar Lucas, se compromete a transferir en calidad de donación una hectárea y toda el área que comprende la casa hacienda de Quicacán, se concluyó la visita de inspección, donde será el futuro campus universitario de la Universidad Nacional Daniel Alomía Robles.

La visita estuvo presidida por la autoridad regional de Huánuco, la Dra. Elena Rafaela Benavides Rivera y el Mtro. Carlos Manuel Mansilla Vásquez, presidenta y vicepresidente de la Comisión Organizadora de la UNDAR; asimismo, por los equipos técnicos de ambas instituciones, quienes inspeccionaron la casa hacienda y la hectárea aledaña para delimitar los perímetros y áreas donde se empezará con los trabajos de limpieza y posterior construcción de la Universidad.

«Es un sueño que se ha venido siguiendo durante mucho tiempo, conocemos de la historia de la Casa Hacienda y estamos seguros de honrar la memoria ancestral, turística e histórica de este recinto, somos los interesados en que se ponga en valor y vamos a lograr que esta construcción sea un atractivo y que se le dé la importancia que siempre tuvo; asimismo, agradecer a nuestro gobernador regional por el desprendimiento de cedernos, en calidad de donación, este terreno que tanto anhelamos, que seguro nos servirá para el proceso de licenciamiento y para que albergue a nuestros estudiantes y docentes», acotó la Dra. Elena Rafaela Benavides Rivera.

Por su parte el maestro Carlos Manuel Mansilla Vásquez, agradeció este gesto y mencionó que la UNDAR será la primera universidad de artes en Huánuco, el Perú y Latinoamérica, y se siente feliz y honrado por este logro de la Comisión Organizadora.

La hacienda se ubica a 17 Km. de la ciudad de Huánuco, por la carretera central, provincia de Ambo, departamento de Huánuco, data el siglo XVI, habiendo sido originariamente un Convento de Clausura fundado por los Mercedarios; luego se convirtió en Casa Hacienda al ser comprada por los señores Durand. Las actividades que se desarrollaban en la hacienda eran la agricultura y la transformación de la caña de azúcar en aguardiente y ron.

Corría en el año 1939 cuando el Sr. Rollen Torne, compró la propiedad con el fin de establecer una fábrica de azúcar, para lo cual instaló: calderos, bacupans, un trapiche con 12 masas, un caldero que funcionaba con el bagazo de la molienda. El hacendado Torne, quien mantuvo la opulencia y esplendor que caracterizaba a Quicacán, gracias a la explotación agrícola, era también accionista de la Empresa Azucarera Paramonga.

Su arquitectura se basa en una construcción de dos pisos, con techos a dos aguas cubiertas con tejas, el ingreso por el portón principal nos conduce a un amplio patio donde se encuentra un cañón de la época republicana y una campana denominada por los antiguos trabajadores del fundo “María Angola”, que presumiblemente perteneció al Convento.  Otra de las edificaciones que muestra su pasado religioso, es la Capilla y en el jardín lateral se encuentran catacumbas, donde se dice están enterrados personajes importantes de la ciudad de Huánuco.

La universidad será la encargada de patrocinar y remodelar dicha casa hacienda.

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